La idea que manejaban los dirigentes del Submarino era la de traer cuatro refuerzos de jugadores de nivel de Primera División y que la mayoría tuviera experiencia. Casos como los de Olof Mellberg o Javi Venta, cumplen los requisitos de veteranía y de ser futbolistas de una enorme competencia deportiva. Además, en el caso de Fernando Cavenaghi y Héctor Canteros, nadie duda de su capacidad, además de ser jugadores más de primer nivel que de segundo. Con toda esta calidad que atesoran las altas amarillas para la 2012-13, incluso se podría llegar a pensar que el club podía cerrar ya el capítulo de incorporaciones, tras estos tres fichajes. Pero parece que el Villarreal quiere más fichajes para así formar un equipo tan fuerte que pelee desde el principio por el soñado ascenso a Primera División de nuevo.
Jugador de nivel. Pero por lo que parece, queda abierta una última vía por explotar. O lo que es lo mismo, al Villarreal le queda la opción de un refuerzo final que cierre por fin la plantilla de la 2012-13. Aunque es cierto que este último fichaje no entra en el capítulo de la necesidad absoluta, sino más bien en el de refuerzo de lujo o la guinda final del pastel.
El futbolista que llegue ahora a última hora tiene que ser de primer nivel y que cierre la plantilla. Eso sí, siempre y cuando cumpla todos esos requisitos de refuerzo de primer nivel, que se han empeñado los dirigentes amarillos. Si no se encuentra, pasarán estos nueve días y el Villarreal se quedará con lo puesto.
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